¿Qué hacer en Alella?
La nueva forma de descubrir Alella en vivo, un juego para encontrar los rincones más interesantes, resolver enigmas y aprender curiosidades de su historia sin darte cuenta. A tu aire, sin horarios ni reservas. Desde que empieces, dispondrás de 12 horas para acabar (no te llevará más de 2), pudiendo parar a descansar, tomar algo...
Conoce Alella de forma especial
Está claro que si visitas Alella no te vas a perder can Lleonart o su fiesta de la vendimia… ¿Pero sabías qué en la zona hubo producción vinícola ya en la época de los romanos? Ya sabes, esos detallitos que pocos saben, y que te abren los ojos como naranjas.
Experiencia en Alella
Los Piratas Temporales están alborotando el pasado y solo vosotr@s, Guardianes del Tiempo, podéis conseguir que la historia siga su curso.
En esta ocasión, entraréis en los túneles del tiempo en Alella, un pueblo de la Costa del Maresme, históricamente reconocido por sus vinos, con la denominación de origen más pequeña de Cataluña y la más cercana a Barcelona. Recientemente, ha alcanzado sus primeros 1000 años de historia...
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Alella Qué ver
La mejor forma de descubrir Alella es con nuestra experiencia, diseñada para que conozcas sus principales lugares y la rica historia que los rodea.
A continuación, te presentamos los sitios imprescindibles que no puedes perderte.
Iglesia de San Félix
De estilos románico, gótico y barroco. Conserva su campanario original y una fachada barroca del siglo XVII. En su archivo histórico destaca un boceto de Gaudí que nunca se construyó.
Cal Marqués
Palacete neoclásico construido en 1870 por Camil Fabra y Fontanills. Fue hogar de figuras clave en la historia de Alella. Destacan su torre octogonal y detalles como sus columnas corintias.
Masía Can Magarola
Es una de las masías más antiguas de Alella, data del siglo XIII y está vinculada al vino local. Su museo cerró en 2004, pero sigue siendo un símbolo cultural destacado de la zona.
Historia de Alella
La historia de Alella empieza hace miles de años, allá por el Neolítico, alrededor del 1500 a. C., cuando los primeros humanos llegaron a este rincón. Con el tiempo, pasaron por aquí los celtas y después los íberos, que llegaron a tener contacto con griegos y cartagineses.
Pero fue en la época romana cuando Alella empezó a brillar. En esa época, había muchas villas romanas en la zona, lo que demuestra que era un lugar próspero, con tierras dedicadas al cultivo y un legado que, de alguna forma, todavía sigue presente.
En la Edad Media, Alella estaba muy unida a la parroquia de Sant Feliu y dependía de los condes de Barcelona. Su nombre ya aparece en documentos del siglo X, lo que muestra que ya tenía su importancia por entonces.
Con los años, el pueblo fue creciendo y viviendo momentos clave, como cuando la corona vendió sus derechos o cuando sus vecinos lucharon para mantener su independencia.
El siglo XIX trajo muchos cambios a Alella, con las guerras napoleónicas y los movimientos políticos de la época. En el siglo XX, el pueblo vivió momentos importantes, como la construcción de las Escuelas Fabra en 1934, gracias al apoyo del Marqués de Alella.
Aunque la Guerra Civil dejó su marca, Alella supo salir adelante, mejorando sus conexiones y manteniendo vivas tradiciones como la Fiesta de la Vendimia y el Aplec del Arròs, que hoy siguen siendo parte de su identidad.